14 Mar 2018 07:39 PM

ASESINO SILENCIOSO

ASESINO SILENCIOSO

La Hipertensión Arterial es una enfermedad común entre los adultos de 40 y 65 años, y casi del 50 por ciento de las personas de más de 65 años. Se le ha llamado el “asesino silencioso” porque cualquiera puede padecerla sin mostrar síntomas, haciendo estragos en el organismo y durante esa fase de silencio.

Por eso es importante su prevención, pues si no se corrige a tiempo, afecta de manera insidiosa y desapercibida el corazón, cerebro y riñones, y obviamente sus funciones. No se conocen causas específicas de la hipertensión, pero existen algunos factores de riesgo que hacen a unas personas más propensas a padecerla: obesidad, consumo elevado de sal, alcohol, tabaco, falta de ejercicio y el estrés son algunos de ellos.

Por tanto, diagnosticar y tratar la hipertensión es imperioso para cuidar los órganos afectados siendo el corazón uno de ellos.

Esto nos recuerda que hay otro corazón igualmente importante. Las Sagradas Escrituras además de describirlo como La personalidad del hombre, nos da buenas recomendaciones para cuidarlo; para guardarlo de toda cosa oculta que (también como enemigo silencioso) pudiera afectarlo y por consiguiente, afectar la vida que él da.

Esto es porque los pensamientos del hombre están íntimamente ligados a su personalidad (corazón) y, si asumimos que son malos pensamientos, puede encubrirlos y desde lo oculto al impedir que se revelen, interferirán o influirán negativamente en su comportamiento, y por ende en su vida.

Cuidémoslo, pues lo que recojamos en la vida dependerá de lo que demos, sea bueno o sea malo.

La Palabra de Dios nos recuerda en Proverbios 4:23 “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.”

Cuidar el corazón es sinónimo de cuidar la vida

Hernán Díaz Castro (Alimento para el Alma)