20 Jun 2018 08:36 PM

ABRE LOS OJOS

ABRE LOS OJOS

 

El año pasado la familia de Margaret sembró cerezos, rosas blancas y un cerco en su jardín. En otoño, el esposo de Margaret plantó aproximadamente 90 narcisos.

Desde entonces, cada día disfrutaba de mirar el jardín.

Recientemente Margaret descubrió que se asomaban algunos brotes de narciso, y que unos cuantos ya eran bastante altos. No esperaba verlos tan pronto.

A menudo nos perdemos las bendiciones de Dios en nuestra vida simplemente porque no las notamos. En momentos de dificultades, ocupaciones o estrés tal vez nos enfocamos en la tarea por hacer o los problemas que hemos de sortear y no vemos las cosas buenas que nos rodean todos los días—la belleza de los árboles y las flores, las palabras de aliento de nuestros amigos, la sonrisa de un nieto, la cordialidad de algún extraño.

Si nos tomamos un momento para abrir nuestros ojos y corazones, podremos agradecer las bendiciones que nos recuerdan que Dios nos ama y cuida, aunque las situaciones difíciles nos hagan olvidarlas.

Dice la Palabra de Dios en el Salmo 34:8 “Prueben y vean que el Señor es bueno”.

Si busco las bendiciones de Dios, las encuentro

Por Margaret Martin (Tomado del Aposento Alto)