19 Ene 2013 06:16 AM

ATRAPEN LOS ZORROS

Actualmente vemos muchos casos de muerte, asesinatos, violaciones y cosas que antes no se veían con tanta frecuencia, pero que lamentablemente hoy son parte de las noticias de cada día. Estos hechos no solo afectan a los implicados sino a toda la sociedad, generando miedos, desconfianza, odio y sensación de constante inseguridad

ATRAPEN LOS ZORROS

Había un niño que coleccionaba pelotas de fútbol, tenía muchas, pero quería más. Estaba decidido a obtenerlas sin importar la manera.

Iba a ver juegos de fútbol y cuando alguien pateaba el balón lo suficientemente lejos, aprovechaba para agarrar la pelota y correr rápidamente a su casa.

Cada día contaba cuantos balones tenía, pero nunca eran suficientes para él, quería más y más, hasta que un día logró llenarla. Al ver lo repleta que estaba, pensó que era el niño más rico y feliz de toda la tierra, pero con lo que no contaba era que no tendría espacio para acomodar su ropa, sus demás juguetes y pronto sus padres le preguntarían acerca del constante desorden en su habitación.

Un día, su padre se sorprendió al ver tantos balones guardados y le preguntó de dónde los había sacado. El niño no supo responder.

Su padre lo reprendió por robar las pelotas. Esta intervención paterna fue crucial y oportuna, para que su hijo dejara de hacerlo y para que no se volviera un incontrolable ladrón en el futuro.

Actualmente vemos muchos casos de muerte, asesinatos, violaciones y cosas que antes no se veían con tanta frecuencia, pero que lamentablemente hoy son parte de las noticias de cada día. Estos hechos no solo afectan a los implicados sino a toda la sociedad, generando miedos, desconfianza, odio y sensación de constante inseguridad.

Dios dio conciencia a todos las personas, pero la hemos venido matando y alejando de nuestra vida con justificaciones, pretextos, razones lógicas, etc.

El niño de la historia empezó con un deseo, seguro que su conciencia le dijo que eso estaba mal, pero lo ignoró y prosiguió llegando a robar y engañar. Uno puede pensar que era solo una travesura, pero con el tiempo, este tipo de situaciones, podría convertirlo en un delincuente que no solo robaría balones sino hasta la vida de una persona.

Es necesario ser radicales y no jugar con fuego; mantener siempre nuestra conciencia limpia delante de Dios y de toda la gente.

Dice Dios en su palabra: “Atrapen todos los zorros, esos zorros pequeños, antes de que arruinen el viñedo del amor, ¡Porque las vides están en flor!” (Cantares 2:15)

¡Atrapa los zorros pequeños y grandes antes que destruyan tu vida!