3 Nov 2017 04:17 AM

BENDECIR, NO MALDECIR 

BENDECIR, NO MALDECIR 

Por Sra. Danielle J. Lang (Maryland, EE. UU.) 

Tomado del Aposento Alto 

 

A veces parece como si todos los días encontramos una persona difícil,  ya sea en el trabajo, un vecino o un familiar. Podemos tratar de evitarlos, quejarnos de ellos, o incluso enfrentar a quien nos ofende. Podemos gastar una enorme cantidad de tiempo permitiendo que un conflicto con una persona nos robe la energía. 

Por más difícil que sea, debemos desearle lo mejor a otros, porque Dios nos bendice si bendecimos a los demás. En lugar de concentrarnos en lo negativo, debemos encontrar al menos un rasgo de admiración o respeto de la otra persona. En lugar de meternos en chismes o pelear con otras personas, debemos pedir a Dios por ellos.  

Cuando nos concentramos en lo positivo y elevamos oraciones a Dios, su amor brillará a través de nosotros. 

Dice la palabra del Señor en el libro de Romanos 12:14 y 15  “Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.??Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran”