BESO DE PADRE

BESO DE PADRE

Abuelo, padre e hijo, iban en una balsa de goma por un turbulento rio en los Estados Unidos, cuando de repente chocaron contra una puntuda roca que destrozó la balsa y los arrojó violentamente a las furiosas aguas.

Harry, de sesenta y cinco años de edad, hombre recio y duro, luchó por su vida. Tenía la mano y la clavícula fracturadas. De su hijo John de cuarenta años, y su nieto Tyler de dieciocho, no supo nada. En su angustia pidió a Dios que los salvara.  Después de dos horas fue rescatado.

Cuando su hijo y su nieto fueron a verlo al hospital, el abuelo Harris, con lágrimas en los ojos, le dijo a su hijo John: «Deja que tu padre te dé un beso.» Este era el primer beso que aquel padre le daba al hijo en cuarenta años de vida.

Harry no era un hombre malo. Era duro, sí, de los que piensan que besar a un hijo es señal de debilidad, cosa de mujeres. Sin embargo, esos momentos de angustia que vivió, le hicieron recapacitar y ablandar su corazón.  El abuelo Harry tenía lágrimas de agradecimiento a Dios en sus ojos.

Amigos: Muchos padres piensan que para hacer que sus hijos sean hombres tienen que tratarlos con dureza e insensibilidad. No deben nunca mostrarles cariño ni darles un abrazo. Pero cuando golpea la desgracia, se dan cuenta de que ellos también, por duros que sean, sienten emociones que los hace llorar, asustarse.

¿Cómo debe relacionarse, entonces, el padre con su hijo? Si el hijo está en la cunita y todavía viste pañales, debe ir y darle un beso. Si el hijo tiene dieciocho años y está sufriendo sus primeros problemas emocionales, debe abrazarlo, darle un beso y animarlo. Y aun si el hijo tiene cuarenta años de edad y está pasando por una crisis en su vida, debe darle un abrazo y un beso. ¿Acaso por eso deja de ser su hijo?

Los hijos, especialmente los varones, necesitan ver en su padre esa manifestación de amor.

Amemos a nuestros hijos como Dios nos ama a todos nosotros. Riamos con ellos, pero también lloremos con ellos.

Bendiciones para todos.