CALMA EN LA PRESENCIA DE DIOS
Sra. Sue Fairchild (Pensilvania, EE. UU.)
Tomado del Aposento Alto
Un problema me atormentó por dos semanas en el trabajo. Revisé todas las cifras y comprobé dos veces toda mi labor. Aun así no encontraba la solución. Les pedí ayuda a otros, pero no encontraba la solución. ¿Por qué era tan difícil?Mi título era Analista de Presupuesto, y analicé todas las cifras como si mi vida dependiera de ello. Había hecho todo lo que estaba a mi alcance y conocimiento para hacer que los números coincidieran. El miedo de perder el empleo y frustración con mi falta de habilidades eran aplastantes. Hice lo único que quedaba: Me puse de rodillas.Ore a Dios y puse mi problema en sus manos. Le pedí paz, claridad y una solución. Cuando me puse de pie, sentí la tranquila presencia de Dios. Sabía que, pasara lo que pasara, yo estaría bien. Aunque la solución no fue inmediata sí llegó a los pocos días y mi corazón se llenó de paz.Afirma Dios en su palabra en el libro de Filipenses 4:6 y 7 “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.??Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús”.Bendiciones para todos