26 Sep 2018 03:27 PM

CANASTOS DE BENDICIÓN

CANASTOS DE BENDICIÓN

 

Cuando Nancy era una madre joven, una de las tareas que más le molestaba  era doblar la ropa limpia de la familia.

Enfrentarse a aquellos canastos llenos de pequeñas camisas, pantalones, vestidos, medias, sábanas de bebé y pijamas podría llevarle horas y horas a Nancy.

El solo verlas la hacía sentir mal. Pero un día, en medio de las quejas Nancy  pensó: ¿Qué pasaría si, en lugar de encarar esta tarea como una carga, la puedo ver como una de las bendiciones de Dios? ¿Qué pasaría si por cada miembro de la familia mientras doblaba su ropa limpia elevaba una oración?
Así lo hizo Nancy.  Las sábanas y las pijamas le recordaban el amor de Dios que rodeaba y confortaba a cada uno de los parientes.

Cada camisa era una plegaria por un corazón amado. Incluso aquellas medias  que nunca estaban de a pares se convirtieron para Nancy en una oración por los dueños de esos piecitos que tomarían el buen camino guiado por Dios.

Antes de darse cuenta, todos los canastos estaban vacíos, la cama cubierta de ropa doblada y el corazón de Nancy lleno de gratitud por las bendiciones de Dios.

Los hijos de Nancy crecieron y tienen sus propias familias. Doblar la ropa sigue siendo una tarea para ella que no le gusta hacer, pero recuerda que esos canastos no implican un trabajo monótono sino la transformación en canastos de abundante bendición.

Dice Dios en su palabra en 1ª Tesalonicenses 5:16-18 “Estén siempre gozosos y alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en todo”.

Por Nancy Clark (Tomado del Aposento Alto)