CONFIAR EN DIOS

CONFIAR EN DIOS

Por Timothy Austin    (Tomado del Aposento Alto)

Los cambios importantes en la vida pueden hacer que nos sintamos perdidos. Cuando aquello que nos es familiar es reemplazado por lo que no conocemos, Dios puede parecer distante. Así me sentí hace dos años, al mudarme a Estambul, una ciudad bulliciosa, con más de 15 millones de habitantes.

Mi familia y yo nos habíamos mudado a un pequeño apartamento en un sector muy concurrido de la ciudad, justo en el cruce de dos calles muy transitadas. No había experimentado algo como el ruido de aquel tránsito que parecía ser constante. Me sentía un poco perdido y lejos de Dios. Estaba a miles de kilómetros de la casa amplia donde había vivido los últimos siete años, que tenía un gran jardín. Al enfrentarme con aquel paisaje distinto y los nuevos sonidos me pregunté: Señor, ¿estás conmigo en este cambio?

Entonces recordé lo que Dios pregunta en Jeremías 23:23: «¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?». Comprendí que Dios me alentaba a confiar en Aquél que es constante. No podría escapar de la cercanía de Dios, aun en este lugar tan ajeno. De hecho, en los meses siguientes, su presencia se volvió más real para mí que nunca antes, incluso si me hubiese quedado en los lugares conocidos.

La Palabra de Dios nos recuerda en Jeremías 23:24 “¿Podrá el hombre hallar un escondite donde yo no pueda encontrarlo?—afirma el Señor —. ¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra? —afirma el Señor “.