25 Feb 2018 07:34 PM

CONSECUENCIAS

CONSECUENCIAS

 

Llama la atención una foto colgada en la pared de un Seminario.

En ella, se observa una piedra arrojada al agua con las ondas que genera. Se le agrega la siguiente advertencia: “Todo lo que hagas bueno o malo, repercute en tu vida, en tu familia, en tu entorno”.

Qué imprescindible resulta examinar nuestras acciones.

Mi madre tenía como premisa “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”.

De esta manera procuraba enseñarme que las acciones demuestran nuestros dichos. Transitar el “trecho” depende del tiempo que nos lleve ejecutar lo que hemos declarado. Los pensamientos impulsan nuestra conducta. Aún se dice que las emociones son pensamientos sin palabras.

Dios le aconsejó a Josué meditar en su palabra todo el tiempo, para que pudiera cumplir con sus mandatos y sí lo hacía, todo lo que hiciera prosperaría (Josué 1:8).

Las acciones individuales se reflejan en la comunidad.

Cada estímulo incide en el cuerpo, sea un golpe o un placer. Aun cuando pensemos que no nos ven, nuestro proceder incide en todo.

Alicia Ituarte (Tomado de Alimento para el Alma)