CONTEMPLANDO EL PELIGRO

CONTEMPLANDO EL PELIGRO

Un discípulo le dijo a su maestro:

—Maestro, he pasado gran parte de mi vida viendo cosas que no debía ver, deseando cosas que no debía desear, haciendo planes que no debía hacer.

El maestro invitó a su discípulo a dar un paseo. Por el camino le señaló una planta y le preguntó a su discípulo si sabía lo que era.

— Claro maestro, es una planta de Belladona.  Esta aparente inofensiva matica puede matar a quien coma sus hojas: Dijo el discípulo.

— Pero no puede matar a quien se limite a contemplarla, dijo el maestro.  De la misma manera los deseos negativos no pueden causar ningún mal, si tú no te dejas seducir por ellos.

Todos los días estamos enfrentados a tomar decisiones.

En el camino de la vida tenemos libertad de escoger. Nosotros somos la consecuencia de nuestras decisiones. Si somos casados, en nuestras manos está el irnos con otras mujeres. El estudiante tiene en sus manos la decisión de no asistir a clases y presentar sus tareas. Si somos trabajadores está en nuestras manos la decisión de no cumplir bien nuestras labores. Como ciudadanos esta en nuestras manos la decisión si respetamos a las autoridades. De algo debemos estar seguros… de nuestras decisiones se desencadenaran unas consecuencias.

Dios dice en su palabra:“Todo me es lícito, pero no todo me conviene; todo me es lícito, pero no todo me edifica”. 1 Corintios 10:23

Bendiciones para todos