3 Dic 2015 08:23 PM

CUANDO EL ÁRBOL DE PAPAYA SE ROMPE

CUANDO EL ÁRBOL DE PAPAYA SE ROMPE

Peter Lundell (California, EE. UU.)

Tomado del Aposento Alto

 

Después de anhelar un árbol de papaya por bastante tiempo, mi esposa finalmente sembró uno. Creció y esperábamos comer de su fruto en el futuro. Una tarde mi esposa se puso a regar el jardín. La manguera quedaba al otro lado del árbol de papaya. Necesitaba extender la manguera un poco más y le dio un jalón. Desafortunadamente, la manguera dio con el árbol y cortó el tronco. No pudimos reacomodar sus partes y la parte dañada se secó. La esperanza de probar la sabrosa papaya se escabulló. Sin embargo, continuamos vigilando el tronco para ver si crecía un nuevo tallo.

Así como la manguera inesperadamente dañó el árbol, muchas cosas pueden dañar nuestras vidas. Las enfermedades pueden causar cicatrices en el cuerpo. Relaciones rotas pueden romper corazones. La pérdida del trabajo y no poder pagar la hipotecaria pueden borrar años de arduo trabajo. Drogas y alcohol pueden devastar las familias por generaciones.

Pero Dios cuida de nosotros y de los quebrantos en nuestras vidas. Las raíces del pequeño árbol de papaya aún tienen vida y tenemos esperanza de que el árbol crezca. Con la ayuda de Dios, nosotros también.

Dice 2 Corintios 4:8 y 9 “Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos”.