6 Nov 2015 07:33 PM

CUANDO LOS PLANES CAMBIAN

CUANDO LOS PLANES CAMBIAN

Por la Sra. Ellen M. Cardwell (California, EE. UU.)

Tomado del Aposento Alto

Peggy estaba bajo permiso de trabajo, y yo estaba deseosa de tomar café con ella. Cuando llegó la hora acordada y no llegaba, me preocupé. Empecé a perder la paciencia hasta que al fin llegó sin prisa alguna disculpándose por la tardanza. Me comentó que estuvo hablando con una persona que tenía un gran problema. Peggy usó «nuestro» tiempo para ayudar a otra persona, confiada en que yo lo entendería.

Al escucharla, mi molestia se convirtió en admiración, Peggy como buena samaritana, hizo lo que pudo por asistir a una persona que lo necesitaba. Sin cambiar el tema le pregunté, «Pero ¿cómo te sentiste por llegar tarde?».

Ella respondió, «He aprendido a confiar en que Dios se ocupará de lo demás».

Ahora, cuando en alguna ocasión sin ser mi culpa llego tarde a alguna cita, les informo de mi dilema. Estoy aprendiendo a confiar que Dios se ocupará de lo demás. Las demoras son inevitables, tenemos la opción de frustrarnos o confiar en que Dios conoce las razones. Confiar en que Dios lo tiene todo bajo control, nos brinda paz.

Dice la palabra de Dios en Proverbios 16:9 “El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el SEÑOR”.