19 Oct 2015 09:02 PM

CUANDO NO HAY PALABRAS

CUANDO NO HAY PALABRAS

Chris Surber (Florida, EE. UU.)

Tomado del Aposento Alto

Generalmente, es mi esposa quien se levanta de la cama para atender a nuestros cuatro hijos. Un día, yo me levanté primero. Después de atender a los mayores, hice todo lo posible por servir el desayuno a nuestro hijo de 18 meses. Él apuntaba al gabinete y balbuceaba. No sabía lo que pedía. Abrí el refrigerador. Señaló y siguió balbuceando. Le ofrecí pudin y huevos y nada. Finalmente, desperté a su madre y le expliqué la situación. Rápidamente respondió: “Quiere leche y queso”. Ella le entiende aunque el niño no pueda hablar bien.

Yo no entendía el murmullo de mi hijo pero Dios entiende aun los gemidos de nuestro corazón. Dios conoce nuestra necesidad, dolor y anhelos. Incluso sin palabras qué decir, podemos recurrir a Dios que sí va a entender.

Dios comprende nuestras oraciones incluso cuando no tenemos las palabras.

Afirma la Palabra de Dios en romanos 3:26 “en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.