6 Sep 2016 07:55 PM

DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

Florencia Anne Apperson (Tomado del Aposento Alto)

Cuando era pequeña me gustaba ver a mi madre cocinar suculentos guisos, y hornear ricas golosinas. Cerca de la hora de cenar ella colocaba porciones de estos alimentos en una cesta para llevárselos a un vecino necesitado.

Un día, de camino a casa, le pregunté a mamá por qué tuvimos que regalar algunas golosinas. Ella respondió: «Recuerda siempre, Dios se alegra cuando compartimos, y que es mejor dar que recibir». Estas palabras se quedaron grabadas en mi mente.

Recientemente disfruté de una visita con mi nieta de ocho años de edad. Nos sentamos en el patio, que estaba cubierto con bellotas de un roble. Ella me dijo que su clase de la escuela estaba planeando un proyecto de misión para ayudar a los necesitados y que tenía que ganar dinero para donar al proyecto. Le ofrecí un trabajo limpiando bellotas en el patio. Mientras trabajaba, me dijo que su meta en la vida era tener éxito en los negocios y dar la mitad de sus ingresos a los necesitados. Le dije: «Dios se alegra cuando compartimos, y que hay más dicha en dar que en recibir». Ella levantó la vista y en voz suave dijo: «Lo sé».

Las palabras que mi madre me dijo continuarán siendo compartidas de generación en generación.

Dice la Palabra de Dios en Hechos 20:35 "Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: «Hay más dicha en dar que en recibir".