DIOS AÚN AMA
Por Tim Burleson (Carolina del Sur, EE. UU.)
Tomado del Aposento Alto
Sadie, es una cachorrita labrador de seis meses de edad que tiene más energía y puede correr más rápido que yo.El otro día se soltó y salió corriendo. No pude alcanzarla, así que caminé tras ella. Sadie dio vueltas por todo el vecindario por 20 minutos mientras yo la seguía continuamente.Finalmente, Sadie fue a dar en un rincón donde no pudo escaparse de mí. Dándose por vencida, ella caminó hacia mí con una mirada en sus ojos que decía: «Lo siento. ¿Aún me amas?». Enganché su collar a la correa, la acaricié y regresamos a casa.El amor de Dios nos sigue —llamándonos, incluso antes de nosotros percatarnos de ello y a lo largo de nuestras vidas. Puedo huir de Dios, y lo he hecho en varias ocasiones. Aún así, amorosa y pacientemente Dios me sigue hasta que llego a un rincón sin salida y regreso preguntando: «¿Aún me amas?». La respuesta de Dios siempre es: «Sí».El Salmo 139:9 y 10 afirma “si levantara el vuelo hacia el oriente, o habitara en los límites del occidente,
aun allí me alcanzaría tu mano; ¡tu mano derecha no me soltaría!