18 Ene 2011 05:26 AM

EL ACTORCITO

En muchas oportunidades queremos llevarnos la admiración, la gloria y los aplausos, pero no estamos dispuestos a apoyar a otros. Dios nos invita a compartir con otras personas y sobre todo a apoyarlas y ayudarlas en todos los momentos y como dice su palabra “llorar con los que lloran y reír con los que ríen”

EL ACTORCITO



Un niño estaba intentando conseguir ser parte en una obra en la escuela donde estudiaba.
Su mamá contaba que el niño había puesto todo su empeño y su corazón en ello y le daba miedo que no fuera elegido.

El día que las partes de la obra fueron repartidas, estaba en la escuela.
El niño salió corriendo con los ojos brillantes, con orgullo y emoción.

"Adivina qué mamá" gritó con emoción y luego dijo:
"Mama, he sido elegido para aplaudir y animar en la obra. Te imaginas mamà".

El niño no había sido elegido como integrante del reparto que se llevaría los aplausos y la admiración, fue elegido para que hiciera parte de aquellos que animarían a los actores y actrices desde el publico, pero aun así, la emoción era grande en este pequeño.

Con los años vamos perdiendo la inocencia, que no es otra cosa que la sabiduría que nos regaló Dios.

Gracias a Dios por este mensaje, porque nos invita a la reflexión.

En muchas oportunidades queremos llevarnos la admiración, la gloria y los aplausos, pero no estamos dispuestos a apoyar a otros.

Dios nos invita a compartir con otras personas y sobre todo a apoyarlas y ayudarlas en todos los momentos y como dice su palabra “llorar con los que lloran y reír con los que ríen”

Bendiciones para todos.