15 Mayo 2017 12:53 PM

EL CABALLITO

EL CABALLITO

Un padre llevó a su hijito a dar un paseo largo en el bosque. Como era pequeño, lo llevó sobre sus hombros por mucho rato. Luego, lo puso en el suelo y le dijo que tendría que caminar hasta la casa. Al rato, el pequeño lloraba porque estaba muy cansado, demasiado cansado para dar un paso más. El padre tomó el palo de una escoba, lo recortó y lo limpió muy bien, mientras el niño observaba. Al terminar, dijo:

- Mira, hijo, te presento tu propio caballito, para que te lleve a casa.
Encantado, el niño se montó sobre su caballito de madera, y felizmente llegó a su casa. Y en casa dio vueltas por todo el jardín, hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.

A veces nuestro Padre Celestial nos lleva, y a veces nos deja caminar, y muchas veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por Él, nos ofrece un caballito - una idea, una promesa, una canción nueva, un cariño, una oración intercesora -, lo que sea, y sobre ese corcel llegamos a la meta. ¿Necesitan un caballito?, ¿otro hermano está necesitando un caballito?

Ofrezcámoselo con ternura, recordando nuestro propio cansancio a veces. Eso hace toda la diferencia para un pequeño hermano.

Dice la palabra de Dios en Romanos 12:15 “Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran”