
EL ÉXITO PARA CARLOS SLIM
EL EXITO PARA CARLOS SLIM
En la revista PODER, de noviembre de 2002, el mexicano CARLOS SLIM, el hombre más rico del mundo, respondió a una pregunta, acerca del significado del ÉXITO.
Dijo “Yo creo que el ÉXITO no está en lo económico. Una persona no es de ÉXITO, porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la familia, el concepto FAMILIA, los amigos; apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no solo material, no físico necesariamente. Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló mi madre: El ÉXITO, no tiene nada que ver con lo que mucha gente se imagina. No se debe a los títulos nobles o académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la escuela en que estudiaste. No se debe a las dimensiones de tu casa o de cuantos carros quepan en tu garaje. No se trata si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes sociales. No tiene nada que ver con el poder que ejerces o si eres buen administrador o si hablas bonito. No es la tecnología que empleas. No se debe a la ropa que usas, o si después de tu nombre pones siglas deslumbrantes que definen tu status social. No se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.
El ÉXITO se debe a cuanta gente te sonríe, a cuanta gente amas y cuantos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu. Se trata de si te recuerdan cuando te vas. Se refiere a cuanta gente ayudas, a cuanta evitas dañar o si guardas o no rencor en tu corazón. Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños, de que tus logros no hieran a tus semejantes. Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás. Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste de los ancianos. Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta. No es acerca de cuantos te siguen, sino de cuantos realmente te aman. No es acerca de transmitir, sino de cuantos te creen si eres feliz o finges estarlo. Se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de SER más, no de TENER más.