EL FARO

EL FARO

Un capitán y su tripulación viajaban en medio de una terrible tormenta durante una oscura noche. El pequeño barco era golpeado insistentemente por las olas y el viento. Habían perdido los instrumentos y no sabían donde se encontraban.
En medio de todo esto el capitán le gritaba a los rayos y truenos y maldecía contra Dios reprochando lo que estaba pasando.

En ese momento, un marinero que dejó su puesto fue reprendido por el malhumorado capitán.
– “Por qué dejas tu puesto! Podemos perder el mástil”, gritó el Capitán.
A lo que el marinero contestó:
– “Lo sé señor! Pero hace mas de 10 minutos se ve la luz del faro del puerto! Pero usted no la ha visto por estar gritando.”

Cuantas veces no vemos la ayuda de Dios por quejarnos constantemente de todo. No hacemos más que rechazar todo lo que tenemos.
Dios no nos da una vida sin tormentas, pero podemos estar seguros que siempre, en medio de la más cruel y feroz tormenta, El estará presente con su luz mostrándonos el camino y recordándonos que está a nuestro lado.

Dice la palabra de Dios en Isaías 41:10 “No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa”.