EL FRASCO DE PASTILLAS
EL FRASCO DE PASTILLAS
Cierto día un amigo muy molesto le dijo a otro que no creía en el amor de Dios, porque le había pedido algo muy bueno para él y su familia y no se lo había dado. Solicitaba que le ayudará en un viaje a Europa para un cargo importante que beneficiaría a su esposa y sus hijos.
En ese momento entró su mujer y le dejó a su hijito de 3 años junto a un frasco de compota y una caja de medicamentos para que se los diera en el transcurso de la tarde mientras ella regresaba de hacer unas compras.
El bebé lloraba porque quería que le dieran los medicamentos y su padre no accedía.
En ese momento su amigo dijo: - Tu hijo debe pensar que eres un mal padre porque pide los medicamentos y tú en cambio le das la compota.
El hombre furioso respondió: -¡Estás loco! Quieres que lo maté. Porque lo amó, sé lo que a él le conviene a sí no lo entienda.
El amigo replicó: - ¿Tú si sabes lo que le conviene a tu hijo, pero DIOS no sabe lo que te conviene a ti?
Muchas veces nos enojamos porque pedimos y no recibimos, pero DIOS en su inmensa sabiduría y gran amor, sabe qué es lo mejor para nosotros. Recordemos que ÉL nos ama y nos da lo que conviene. Confiemos en nuestro padre celestial. Él sabe porque lo hace.
Dice el señor en su palabra. “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11)
Bendiciones para todas.