26 Mayo 2015 05:12 AM

EL GRAN INVENTOR

EL GRAN INVENTOR

 

En la mitad del siglo XIX se escuchó en las oficinas de una Escuela Primaria de Estados Unidos la siguiente conversación:

- “El niño tiene retraso mental que le impide estar en clase, debe dejar de traer a su hijo a esta escuela”. A la mujer no pareció afectarle mucho la sentencia de la maestra, pero se encargó de transmitirle a su hijo que él no poseía ningún retraso y que Dios, no le había dado vida para avergonzarlo, sino para ser un hombre de éxito.

Años después, este niño, con solo 12 años, fundó un periódico que vendía  en la estación del ferrocarril de Nueva York. Se dedicó a estudiar los fenómenos eléctricos, logró perfeccionar el teléfono, el micrófono, el megáfono, y otros inventos como el fonógrafo, por citar algunos.

Qué lejos quedaba en el recuerdo del niño las palabras de su maestra. Un día se encontró con un gran obstáculo, su mayor proyecto se estaba desvaneciendo ante sus ojos, había buscado incansablemente la forma de construir un filamento capaz de generar una luz.

Luego de tres años de intentos le dijo a uno de sus impacientes patrocinadores: “en todo este tiempo aprendí que antes de pensar en dos mil fracasos, he descubierto más de dos mil maneras de no hacer este filamento ". Pocos meses después iluminó toda una calle utilizando la luz eléctrica.

Su nombre fue Thomas Alba Edison.

Dice la palabra de Dios en Habacuc 3:17-19:  “ Entonces me llenaré de alegría a causa del Señor mi salvador.Le alabaré aunque no florezcan las higueras ni den fruto los viñedos y los olivares; aunque los campos no den su cosecha; aunque se acaben los rebaños de ovejas y no haya reses en los establos.
Porque el Señor me da fuerzas; da a mis piernas la ligereza del ciervo y me lleva a alturas donde estaré a salvo. ”