18 Sep 2017 08:24 PM

EL MEJOR REGALO

EL MEJOR REGALO

 

Cuando David salió de su oficina, vio que un niño estaba al lado del brillante auto nuevo que le habían dado, admirándolo.

— ¿Este es su auto, señor? —preguntó.

David afirmó dijo:

—Mi hermano me lo dio de cumpleaños.

El niño estaba asombrado.

— ¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costó nada? Vaya, cómo me gustaría...

David sabía lo que el niño iba a decir: que le gustaría tener un hermano así. Pero el niño le dijo.

NO, me gustaría poder ser un hermano así.

David miró al niño con asombro y añadió:

— ¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?

— ¡Oh, sí, eso me encantaría!

Después de un corto paseo, el niño preguntó:

—Señor, ¿podríamos pasar frente a mi casa?

David sonrió. Creía que el muchacho quería enseñar a sus vecinos que podía llegar en un gran automóvil. Pero, de nuevo, estaba equivocado.

El niño subió corriendo y regresó con su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón y le dijo:

—Él es David. Su hermano le regaló ese auto y a él no le costó ni un centavo, Algún día yo te voy a regalar uno igualito.

David se bajó del carro impactado y sentó al niño enfermo en el asiento delantero. El otro niño, con los ojos radiantes, se subió en la parte de atrás, y emprendieron un paseo memorable.

Esa noche David comprendió lo que siempre le había oído decir a sus maestros y a sus padres: Hay más dicha en dar que en recibir.