11 Abr 2018 09:23 PM

EL PUENTE

EL PUENTE

 

Había una vez dos hermanos, Tomás y Javier que vivían uno frente al otro en dos casas de una hermosa región.

Por problemas los hermanos dejaron de hablarse. Incluso evitaban cruzarse en el camino.

Cierto día llegó a la casa de Tomás un carpintero a trabajar y el contratante le dijo:

— Mi hermano Javier vive al frente y a causa de nuestra enemistad, desvió ese arroyo para separarnos definitivamente. Así que yo no quiero ver más su casa. Le encargo hacerme una cerca muy alta que me evite ver la casa de mi hermano.

Tomás se fue al pueblo y regresó en la noche.

Cuál no sería la sorpresa al llegar a su casa, cuando, en vez de una cerca, encontró que el carpintero había construido un hermoso puente que unía las dos partes de la campiña.

Sin poder hablar, de pronto vio en frente suyo a su hermano, que en ese momento estaba atravesando el puente con una sonrisa:

— Tomás, hermano mío, no puedo creer que hayas construido este puente, habiendo sido yo el que te ofendió. Vengo a pedirte perdón. Los dos hermanos se abrazaron.

Cuando Tomás se dio cuenta de que el carpintero se alejaba, le dijo:

—Buen hombre, ¿cuánto te debo? ¿Por qué no te quedas?

—No, gracias —contestó el carpintero—. ¡Tengo muchos puentes que construir!

 

Muchas veces frente a un conflicto entre dos personas tomamos partido, pero debemos preguntarnos ¿Por qué no intentar construir puentes?

Este cuento refleja cómo un buen mediador puede ayudar a construir puentes que ayuden a resolver un conflicto.

Nosotros también podemos construir puentes, cosas que aceptar y  perdonar para vivir en armonía. Sin muros, rencores, ni alimentando conflictos que lo único que producen es más y más distancia y enemistad.