31 Oct 2018 08:18 PM

EL SOLDADO

EL SOLDADO

Esta es una historia que fue contada por un soldado que pudo regresar a casa, después de haber peleado en la guerra de Vietnam.

Le habló a sus padres desde San Francisco: "Mamá, Papá, voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor.

Traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros."

"Claro," le contestaron, "nos encantaría conocerlo".

"Hay algo que deben saber", siguió diciendo el hijo..., "él fue herido en la guerra. En el piso había una mina de tierra y perdió un brazo y una pierna él no tiene a donde ir, y quiero que él se venga a vivir con nosotros a casa".

"Siento mucho el escuchar eso hijo, a lo mejor podemos encontrar un lugar en donde él se pueda quedar."

"No mamá y papá, yo quiero que él viva con nosotros..."

"Hijo," le dijo el padre, " tú no sabes lo que estás pidiendo. Alguien que está tan limitado físicamente puede ser un gran peso para nosotros...

Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar que algo como esto interfiera con nuestras vidas. Yo pienso que tú deberías de regresar a casa y olvidarte de esta persona. El encontrará una manera en la que pueda vivir él solo."

En ese momento el hijo colgó la bocina del teléfono... Los padres ya no volvieron a escuchar de él. Unos cuantos días después, los padres recibieron una llamada telefónica de la policía de San Francisco.

Su hijo había muerto después de que se había caído de un edificio, fue lo que les dijeron. La policía creía que se trataba de un suicidio. Los padres destrozados por la noticia volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad a que identificaran a su hijo.

Ellos lo reconocieron y para su horror, descubrieron algo que no sabían, su hijo tan solo tenía un brazo y una pierna.

Dios en su santa palabra nos anima a ayudar y animar a otros. Hagámosle a los demás lo que nos gustaría que hicieran por nosotros y ante todo, aceptemos a las personas como son.

“Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano” (Proverbios 17:17)

“También les encargamos,  que animen a los que están desanimados, que ayuden a los débiles y que tengan paciencia con todos”.                           (1 Tesalonicenses 5:14)

Bendiciones para todos.