21 Feb 2018 09:06 PM

EL VIOLÍN DE PAGANINI

EL VIOLÍN DE PAGANINI

Hubo un gran violinista llamado Paganini. Algunos decían que había en él algo sobrenatural. Nadie quería perder la oportunidad de verlo tocar.

Una noche, el escenario estaba repleto el violinista se puso el instrumento en el hombro, y lo que siguió fue indescriptible: un concierto de ensueño.

En la presentación de repente, una de las cuerdas del violín de Paganini se rompió. El director paró. La orquesta se calló. El público estaba en suspenso. Pero Paganini no se detuvo. Mirando su partitura, continuó extrayendo sonidos deliciosos de su violín atrofiado. El director y la orquesta, admirados, volvieron a tocar.

De repente otra cuerda del violín también se rompió. El director y la orquesta pararon de nuevo, pero Paganini continuó como si nada hubiera ocurrido. Impresionados, los músicos volvieron a tocar.

De repente todos los asistentes, asombrados, gritaron un "¡oohhh!" que retumbó por la sala: otra cuerda del violín se había roto. El director y la orquesta se detuvieron. La respiración del público cesó. Pero Paganini seguía: como un contorsionista musical, arrancaba todos los sonidos posibles de la única cuerda que le quedaba al destruido violín.

Paganini alcanzó la gloria, y su nombre corrió a través del tiempo. Fue un violinista genial, símbolo del profesional que continúa adelante aun ante lo imposible.

Cuando todo parece derrumbarse, démonos una oportunidad y sigamos adelante; despertemos al Paganini que existe en nuestro interior. La celebridad es el arte de continuar donde otros resuelven parar.