8 Oct 2018 09:25 PM

EL VIOLINISTA

EL VIOLINISTA

Esta historia es de un hombre que en su forma de vestir mostraba la  derrota, y en su forma de actuar la mediocridad.

En una calle céntrica de Paris, este hombre, sucio y maloliente, tocaba un viejo violín.

Frente a él y sobre el suelo estaba su gorra, en donde le arrojaran algunas monedas.

El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al sucio hombre.

Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan desafinados y soltaron a reírse.

El hombre le solicitó el violín. El mendigo se lo prestó con cierta desconfianza.

Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas.

Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.

La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.

El mendigo musical estaba muy feliz de ver lo que ocurría

Decía a grito entero: "¡¡Ese es mi violín!!

La vida nos da a todos "un violín". Son nuestros conocimientos, nuestras
habilidades y nuestras actitudes.

Dios nos da la facultad de decidir lo que haremos con nuestra vida.

Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto.

Pretenden una gorra llena de dinero, y lo que entregan es una desafinada melodía que no gusta a nadie.

Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos.

Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea.

Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella una mala melodía. Es tu decisión.

En la santa palabra,  en el libro de Colosenses se afirma:

“Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como si fuera para Dios su señor”

Bendiciones para todos