ELEGIR LA ALEGRÍA
ELEGIR LA ALEGRÍA
Pasé un verano en la Península Superior de Michigan, planeando y liderando actividades para niños. Antes de llegar había imaginado que mis compañeros de trabajo serían amigables, los niños se comportarían como ángeles y que pasaría mi tiempo libre en el lago.
La realidad fue que casi pasaba desapercibida por el personal, los niños se negaban a seguir las indicaciones y corrían por todos lados y el clima estuvo frío y lluvioso casi todo el mes. Me sentí amargada e insatisfecha añorando el verano que había imaginado y que creía merecer.
Uno de los pocos días soleados salí a dar un paseo, vistiendo unos pantalones de correr y un abrigo con capucha, y permanecí de pie en el puente sobre la ensenada. Al contemplar la creación de Dios me asombraron los pequeños detalles de los pétalos de una flor y los enormes árboles centenarios. Mi insatisfacción se convirtió en gratitud y alegría.
En cada momento del día podemos elegir: comparar la vida a nuestras expectativas o dar gracias a Dios por lo que nos ha dado. Si le damos la oportunidad, podemos hallar alegria en las pequeñas aventuras y sorpresas que Dios tiene para que descubramos cada día.
Cada día tengo la oportunidad de elegir dar gracias a Dios por su amor.
La Palabra de Dios nos recuerda en 1 Tesalonicenses 5:16 y 17 “Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes”.
Inspirado en Mackenzie Jagger (El Aposento Alto)