FRACASAR SIN SER FRACASADO

FRACASAR SIN SER FRACASADO

El gran inventor Tomas Alba Edison, observó que la gente sufría mucho por la falta de luz adecuada. La luz eléctrica debe ser la solución, se decía. Y se creó una meta, convertir la electricidad en luz, y lo logró; sin embargo fue más allá, debía introducir esa luz en algún cristal para ser usada cuando y donde se quisiera. Vidrio y electricidad? explotará! decían. Edison se entregó a la tarea. Trabajo, lucha y muchos fracasos hasta que coronó con éxito. El 21 de octubre de 1879, nació para este mundo la lámpara eléctrica o bombilla.

A pesar de nuestras mejores intenciones, a veces es inevitable que fallemos. Podemos permitir que nuestro trabajo nos aparte de la familia por demasiado tiempo. Dificultades financieras pueden deteriorar nuestra fe en Dios. El servicio a otros puede convertirse en algo tan extenuante y agotador, que llega a afectar nuestra salud física. Si logras evitar el síndrome del fracaso, felicitaciones! pues muchos no lo alcanzan.

Has experimentado el fracaso, pero no te has convertido en un fracasado, a menos que desprecies la lección que te deja esa experiencia. Una persona puede fallar muchas veces, y no por ello dejará de vivir plenamente, sin embargo será un fracasado si continúa viviendo permanentemente fuera del necesario equilibrio.

Puedes decir que no has fracasado? Qué has aprendido la lección? Bendito aquel que confía en el Señor y que en Dios pone su confianza. Ese hombre será como un árbol plantado junto a las corrientes de agua, es una promesa de Dios para ti que está en el Salmo 1.

Existe gran diferencia entre ser un fracasado y experimentar fracaso

Por Dairo Rubio, Ecuador (Alimento para el Alma)