30 Jul 2017 08:12 PM

FRENTE A UNA PÉRDIDA

FRENTE A UNA PÉRDIDA

Por Sarah Lyons (El Aposento Alto)

La técnica en ecografías movió el dispositivo manual sobre el abdomen de Sarah. Con gesto de preocupación, dijo el especialista: «Lo siento mucho, no hay latidos. El bebé ha muerto». El corazón de Sarah se desgarró y corrieron lágrimas por sus mejillas. Estaba confundida.

Esta pérdida le ayudó a Sarah a identificarse con Job, un hombre muy rico y con muchos sirvientes, ganado, diez hijos y muy estimado en su comunidad. Job era fiel a Dios y Dios lo consideraba intachable y recto. A pesar de eso, Job perdió todo en un de un momento a otro. En medio de su desasosiego, Job todavía tenía fe para agradecer a Dios. En el momento más difícil de su vida, se arrodilló en la tierra ante Dios diciendo: «¡Bendito sea el nombre del Señor!».

Nadie comprende por qué suceden las tragedias, pero allí están. Tras perder a su bebé, Sarah pasó muchos meses desolada y hablando con Dios por medio de la oración. Pasado el tiempo, pudo aceptar lo que había sucedido. Llegó un punto en que afirmó como Job: «¡Bendito sea el nombre del Señor!» y dio gracias a Dios por las bendiciones recibidas.

Dice la Palabra de Dios en Job 1:21 “Desnudo vine a este mundo, y desnudo saldré de él. El Señor me lo dio todo, y el Señor me lo quitó; ¡bendito sea el nombre del Señor”