8 Ene 2013 06:14 AM

¿HAS TENIDO ALGÚN DÍA UN ALMUERZO CON DIOS?

Un niño quería conocer a Dios. Empacó su maleta con pastelillos y un paquete de seis refrescos, y empezó su jornada.

¿HAS TENIDO ALGÚN DÍA UN ALMUERZO CON DIOS?

 

Un niño quería conocer a Dios. Empacó su maleta con pastelillos y un paquete de seis refrescos, y empezó su jornada.

Cuando había caminado tres cuadras, se encontró con una anciana sentada en el parque, contemplando palomas. El niño se sentó junto a ella y le ofreció un pastelillo y refresco.

Él se quedó toda la tarde comiendo y sonriendo con la anciana, y le dio un abrazo a la abuelita para despedirla. Ella, después de abrazarlo, le dio la más grande sonrisa de su vida.

Cuando el niño llegó a su casa, abrió la puerta. Su madre estaba sorprendida por la cara de felicidad.

Entonces le preguntó:

"Hijo, ¿Qué hiciste hoy que te hizo tan feliz? El niño contestó:

"¡Hoy almorcé con Dios!"..., y antes de que su madre contestara algo, añadió:

"Y, ¿sabes que?, ¡tiene la sonrisa más hermosa que he visto!"

Mientras tanto, la anciana también, radiante de felicidad, regresó a su casa. Su hijo quedó sorprendido por la expresión de  paz en su cara, y preguntó:

"Mamá, ¿Qué hiciste hoy, que te has puesto tan feliz?". La anciana contestó:

"¡Comí pastelillos con Dios en el parque!". Y antes de que su hijo respondiera, añadió:

" Y, ¿sabes?, ¡es más joven de lo que yo pensaba!"

Muy seguido, no le damos importancia al poder del abrazo, la palmada en la espalda, una sonrisa, una palabra de aliento, un oído que te escucha, un cumplido honesto, o el acto más pequeño de caridad..., todos esos detalles, que tienen el potencial de cambiar la vida, o de darle un gran giro.

Las personas llegan a nuestra vida por alguna razón, ya sea por una temporada, o por toda la vida. ¡Recíbelos a todos por igual!

NO DEJES QUE NADA NI NADIE APAGUE LA VELA DE LA FE, DE LA ESPERANZA Y EL AMOR, QUE DIOS HA ENCENDIDO EN TU  CORAZÓN.