A LA BÚSQUEDA DE LA BELLEZA

A LA BÚSQUEDA DE LA BELLEZA

Por  Lenore Warton (Tomado del Aposento Alto)

Cuando comenzó nuestro viaje a Australia Occidental, mi misión era observar flores silvestres. Mientras conducíamos, miraba atenta los lados del camino donde las había visto en una visita previa, pero dado que hacíamos este viaje unas semanas antes que el anterior, y a que no había llovido lo suficiente, muchas de las plantas no habían florecido.

Así fue que una viajera habitual nos comentó: «Busquen en los montones de grava fuera del camino. Deben adentrarse un poco, no siempre se ven desde la carretera». Seguimos su consejo y hallamos flores silvestres en los lugares más inesperados. Las descubrimos entre las piedras y la grava, pequeñas florecitas asomaban desde grietas, y con su belleza iluminaban el paisaje que por momentos se presentaba árido. No esperábamos hallar tanta belleza en un lugar tan cálido y seco.

De igual manera, a veces no vemos la belleza de las personas en nuestro primer encuentro, pero cuando nos tomamos un tiempo para mirar profundamente hallamos valor en cada una. Allí donde viajaba, Jesús a menudo se reunía con los marginados en la sociedad, a quienes nadie quería, los considerados impuros, y nos llama a hacer lo mismo.

Hoy mostraré el amor de Dios a alguien que parezca imposible de amar.

Dice la palabra de Dios en Mateo 25:40 “Y el Rey les responderá: «De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños por mí lo hicieron”.