23 Jul 2017 08:22 PM

LA COBIJA 

LA COBIJA

 

Luis era anciano cuando murió su esposa.

A los setenta años, se encontraba sin fuerzas, lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, por el que había dado todo, le ofreciera su apoyo y decidió por primera vez en su vida pedirle un favor.

Tocó la puerta de la casa donde vivía el hijo con su familia.

-¡Hola papá, qué milagro que vienes por aquí!

-Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo y quiero vivir contigo.

-¿Quedarte a vivir aquí? Si... claro. La casa es pequeña papá. Puedes dormir en el patio.

EI hijo de Don Luis llamó a su hijo de doce años.

-Dime papá.

-Mira, hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche porque va a dormir en el patio.

EI niño subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos.

-¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la cobija de tu abuelo?

El hijo le respondió –Guardo la mitad de la cobija para cuando tú seas viejo y vayas a vivir a mi casa.

Dice la palabra de Dios "No se engañen; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre siembre, de eso también recogerá." (Gálatas 6:7)