19 Oct 2012 06:12 AM

LA FABULA DEL ZORRO

Muchas veces queremos ser las victimas y como tal buscamos ser tratados, como el pobre zorro sin patas, pero en muy pocas ocasiones tratamos de imitar al tigre y dar a otros de lo que tenemos.

LA FÁBULA DEL ZORRO

 

Un hombre que se paseaba por el bosque vio un zorro que ha­bía perdido sus patas.

El señor se preguntaba cómo podría sobrevivir el pobre animalito de esta forma. De pronto, en ese mismo instante  vio llegar a un gran tigre que llevaba una presa entre sus afilados dientes. El inmenso felino ya se había cansado de tanta comida  y dejó los restos de la carne para el zorro.

Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre.

El asombrado hombre comenzó a ma­ravillarse de la inmensa bondad y misericordia de Dios y se dijo a sí mismo:  “Voy a quedarme en un rincón, confiando plena­mente en el Señor, y sé que Él me dará cuanto necesito"

Así lo hizo durante muchos días; pero no sucedía nada, nadie lo socorría y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando de repente oyó una voz que le decía: "iOye tú¡:  Te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad!.  Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado".

Muchas veces queremos ser las victimas y como tal buscamos ser tratados, como el pobre zorro sin patas, pero en muy pocas ocasiones tratamos de imitar al tigre y dar a otros de lo que tenemos.

Hoy es un buen día para comenzar.

Bendiciones para todos.