LA PAZ DE DIOS

LA PAZ DE DIOS

Por Ariel Rivera (El Aposento Alto)

En cuestión de segundos me involucré en un terrible accidente. Al recuperar la consciencia todo me parecía una gran pesadilla, excepto que todo era realidad. Lo más que me sorprendía no era la pérdida material, ni aun el dolor físico, sino que a pesar de la difícil realidad y lo frágil que me sentía, una nube de paz me rodeaba. Entonces comprendí que la paz de Dios es superior a todo lo terrenal.

Sentía seguridad y llenura de esperanza. Todo el proceso, la ambulancia, la hospitalización, la recuperación y la provisión de la salud y un nuevo auto, fue tan real como la paz que me dictaba confianza en las promesas de Dios.

Relacionarnos con Dios nos conduce a valorizar su compañía. A solas con Dios disfrutamos de la certeza de que en las circunstancias más difíciles y dolorosas de nuestra vida Dios siempre nos acompaña. Él es nuestro refugio y nuestro pronto auxilio en la tribulación y su paz sobrepasa todo entendimiento. Es una paz especial, única. Es la paz de Dios.

La Palabra de Dios nos recuerda en Filipenses 4:7 “Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús”