25 Ene 2018 08:23 PM

MANOS Y CORAZÓN PURO

MANOS Y CORAZÓN PURO

 

Un hombre que andaba por el desierto, medio muerto de sed, se encontró con un vendedor de corbatas.

"¿No me quiere comprar una corbata?" le pregunta el vendedor. "Tengo de todas las clases y de todos los colores. Mire, esta linda corbata de seda le quedará muy bien".

El hombre respondió: "No quiero una corbata. ¡Lo que necesito es agua!"

El vendedor le replicó: "Lo siento, señor, no tengo agua. ¿Está seguro de que no me quiere comprar una corbata?"

Enojado, el hombre le dijo no y siguió su camino.

Al poco tiempo vio un restaurante ¡con aire acondicionado!

Seguramente el restaurante le podría servir muchos vasos de agua!

Casi cayéndose, se arrastró por la arena hasta llegar a la entrada. Abrió la puerta, y estaba a punto de entrar cuando el portero se le acercó y le dijo: "Lo siento mucho, señor, pero usted no puede entrar a este restaurante sin corbata." ¡Pobre hombre! Se murió de sed simplemente porque no cumplía con los requisitos para entrar.

¿Cómo podemos estar frente a Dios, sabiendo que Él es Santo?

Jesucristo nos limpia, quita nuestra impureza y nuestra culpabilidad.

Vayamos ante Dios con manos limpias y un corazón puro, dejando a un lado las faltas para ver cosas grandes.

Dice la Palabra del Señor en el Salmo 24:3 ¿Quién puede estar en su lugar santo?  Solo los de manos limpias y corazón puro.

Por Enrique Azuaga (Alimento para el Alma)