MANTENERSE FUERTE
Por Sra. Rita J. Flower Opdycke (Tomado del Aposento Alto)
Al mirar hacia el jardín desde la ventana, quedé fascinada viendo la lluvia caer constante sobre las flores y el follaje. Las hojas más gruesas y duras parecían oponerse a la lluvia, empujándola. Pero las flores más delicadas se sacudían para un lado y para el otro, y parecían luchar contra las gotas que golpeaban sus pétalos y los tallos caían al persistir la lluvia.Cuando finalmente dejó de llover, salió el sol y su calor comenzó a evaporar la humedad. Las flores más frágiles parecieron sacudirse el peso del agua recibida y recuperaron su posición erguida, todavía más bellas.Todos nosotros sufrimos las tormentas de la vida. Al enfrentar estas pruebas, a veces estamos fuertes y otras nos sentimos débiles bajo el peso de las circunstancias. Dios siempre sabe cuándo no estamos estables y necesitamos su fuerza. Podemos llevar esta misma ayuda a los demás. Aunque no siempre conocemos la magnitud de las pruebas que sufren las otras personas, siempre podemos alentarles y ofrecer nuestro apoyo amoroso y ayudar a que después de la tormenta se sientan un poquito más fuertes.Dice el Salmo 71:20 "Me has hecho pasar por muchos infortunios, pero volverás a darme vida; de las profundidades de la tierra volverás a levantarme".