6 Oct 2015 05:58 PM

MEMORIAS DE LA INFANCIA

MEMORIAS DE LA INFANCIA

 Por Gary Story (Kentucky, EE. UU.)

Tomado del Aposento Alto

 

Nuestra hija tenía seis años cuando le dijimos que los padres de su mejor amiga se estaban divorciando. Ella lloró. Tratamos de consolarla. Yo no sabía qué hacer. La recogí y caminé con ella hacia afuera. No recuerdo lo que dije. Ella puso su cabeza sobre mi hombro y contemplamos la luna brillante.

Había olvidado ese doloroso pero tierno momento. Treinta años después, mi hija se hizo madre adoptiva de un niño que se ponía a llorar en la noche por extrañar a su madre.

Mi hija me contó que trató de consolar al niño sin lograrlo. Al recordar su propio dolor de infancia, recogió al niño y salieron afuera. Juntos contemplaron la luna mientras ella lo consolaba. Después de un tiempo, el llanto del niño se desvaneció.

Pienso en los momentos cuando Dios nos concede amor y gracia en el dolor e incertidumbre. Esos recuerdos traen paz, agradecimiento y humildad al reconocer que Dios se interesa en la vida de un padre o madre que trata de consolar a su criatura.

Dice la palabra de Dios en el libro de Isaías 66:13  “Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes”