18 Sep 2015 09:31 PM

NARANJAS AL PERSONAL

NARANJAS AL PERSONAL

 

Juan trabajaba en una empresa con dos años de antigüedad. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones.

Llegaba puntual y estaba orgulloso que en 2 años nunca recibió una amonestación, Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:

- Señor, trabajo en la empresa con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido relegado. Mire; Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya ha sido promovido a Supervisor.

- El jefe tras escucharlo le dijo “Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte que me ayude a resolver un problema. Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigüe si tienen naranjas.

Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.

- Bueno Juan, qué averiguaste?  Preguntó el Supervisor.
- Señor, tienen naranjas para la venta.
- ¿Y cuánto cuestan?
- ¡Ah!  No pregunté por eso.
- Ok, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?
- Tampoco pregunté por eso señor.
- ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?
- No sé señor.
- Bueno, siéntate un momento.

El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta. Cuando retornó el Gerente pregunta:
- Bien Fernando, qué noticias me tienes?

- Señor, tienen naranjas, lo suficiente para atender a todo el personal, y si prefiere también tienen banano, papaya, melón y mango. La naranja está a mil 500 pesos el kilo, el banano a 2 mil 200, el mango a mil 300 el kilo, la papaya y el melón a 2 mil 800 pesos el kilo. Me dicen que si la compra al por mayor, nos darán un descuento de 8%.  He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.

- Muchas gracias Fernando, pero espera un momento..
- Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:
- Juan, qué me decías?

- Nada señor, eso es todo, muchísimas gracias, con su permiso.

Y tú… ¿has hecho hoy tu mejor esfuerzo?
Por eso, haz tu mejor esfuerzo, aún con las tareas más sencillas, ya que de otra forma nadie nos confiará tareas de mayor importancia.

Dice la palabra de Dios en Colosenses 3:23

“Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como si lo hicieran para Dios”