NUNCA NOS ABANDONA

NUNCA NOS ABANDONA

Definitivamente, para poder apreciar la luz es necesario que hayamos visto la oscuridad. Para saber lo que es el calor hay que haber experimentado el frío y para poder saborear lo dulce antes debimos haberlo hecho con lo amargo. Conocer a uno nos hace reconocer al otro. En lo que respecta a las circunstancias que nos rodean en la vida y afectan nuestro ser, y a propósito de agradecerle a Dios por todo lo que tenemos y nos pasa en la vida también es igual.

Cuando nos visite la tristeza debemos agradecer a Dios, ya que cuando la misma nos visita recordamos lo valiosa que es la alegría. Cuando nos azota una enfermedad, debemos darle gracias porque cuando ella nos afecta apreciamos y cuidamos mucho más la salud. Cuando por esta o por aquella otra razón se nos presentan enemigos, démosle gracias porque ellos nos hacen estimar y conservar mucho más los amigos.

Cuando el sufrimiento nos hace llorar, debemos agradecerle porque cuando el llanto nos embarga nos damos cuenta cuan buena es la risa. Cuando nos hacemos preguntas acerca de la vida y de la muerte, antes que hacernos preguntas mejor agradezcámosle por la una y por la otra, porque cuando estamos vivos podemos prepararnos para la muerte. Y cuando nos quedemos solos, también debemos darle gracias a Dios por la soledad; sí, gracias porque cuando estamos en medio de ella nos damos cuenta que Él nunca nos abandona

Cuando recibimos la salvación de Dios, agradezcámosle porque ella revela que estábamos perdidos.

Hernán Díaz Castro (Alimento para el Alma)