26 Nov 2018 07:17 PM

OLLA CON MANTEQUILLA

OLLA CON MANTEQUILLA

Esta es la historia de un lechero acaudalado y que contaba con varios trabajadores en su lechería. Llamó a uno de ellos,  Jairo, y le entregó una olla llena de mantequilla para que la llevase a un cliente de un pueblo cercano.

A cambio le prometió pesos extras.

Jairo, muy contento, colocó la olla sobre su cabeza y se puso en marcha, en tanto se decía para sí: “Voy a ganar cincuenta mil pesos. ¡Qué bien! Con ellos compraré gallinas, éstas pronto se multiplicarán y llegaré a tener nada menos que diez mil. Luego las venderé y compraré cabras. Se reproducirán, venderé parte de ellas y compraré una granja. Como ganaré mucho dinero, también compraré telas y me haré comerciante. Será estupendo.

Me casaré, tendré una casa soberbia y, naturalmente, dispondré de un excelente cocinero para que me prepare los platos más deliciosos, y si un día no me hace bien la comida, le daré una cachetada”.

Al pensar en propinarle una bofetada al cocinero, Jairo, automáticamente, levantó la mano bruscamente, provocando así la caída de la olla, que se hizo mil pedazos contra el suelo derramando su contenido.

Desolado, preocupado, Jairo volvió al pueblo y se enfrentó al patrón, quien exclamó:  ¡Necio! ¡Me has hecho perder las ganancias de toda una semana!

Y Jairo contesto:  ¡Y yo he perdido mis ganancias de toda la vida!

Amigos lectores, el futuro es un espejismo. Éste es tu momento, tu instante. En lugar de fantasear con la mente, pon las condiciones para que la semilla pueda germinar en tu vida. No está mal soñar, pero a los sueños hay que acompañarlos con acciones y trabajar por ellos para conseguirlos.

Bendiciones para todos.