PASAR DE LARGO

PASAR DE LARGO

Son más de 200 los escalones que conducen a la Basílica del Sagrado Corazón en París, Francia. May y su hija Carolina subieron aquellas escaleras para visitar la basílica, ubicada en una zona alta, desde donde puede verse todo París. Cuando finalmente llegaron a la cima, quedaron de pie, con las piernas agotadas y extasiadas por la vista panorámica.
Al salir de la basílica, May y Carolina vieron a una mujer recostada en el portón de ingreso, justo allí por donde debían pasar. Vestía un saco viejo de color naranja y una bufanda verde. Parecía tener frío, estaba sucia y desamparada.
May y su hija Carolina tuvieron que pasar sobre ella para salir de la iglesia. Al hacerlo, May pensó: ¿A veces también pasamos de largo ante gente necesitada como ella?

Tanto Carolina como May sintieron que Dios las impulsaba a ayudar a aquella mujer. Carolina de regreso, se arrodilló y le entregó algún dinero mientras le decía: «Dios te ama». El rostro de la mujer se iluminó con una sonrisa.
El encuentro con aquella mujer les hizo ser conscientes de las veces en que pasamos de largo ante personas en necesidad.

Es fácil pasar los días sin prestar atención a las necesidades de quienes nos rodean. Aunque es posible que no podamos ayudar a todos, podemos demostrar el amor de Dios a otros.

La Palabra de Dios dice en Hechos 10:4 “Dios ha recibido tus oraciones y obras de beneficencia como una ofrenda, así contestó el ángel del Señor.

Inspirado en May Patterson (Tomado del Aposento Alto)