9 Abr 2017 07:33 PM

PASEO MEMORABLE

PASEO MEMORABLE

 A David, su hermano le dio un automóvil como regalo de cumpleaños. Cuando David salió de su oficina, vio que un niño miraba el auto.— ¿Este es su auto, señor? —preguntó el pequeño.David le dijo:—Mi hermano me lo regaló.El niño estaba asombrado.— ¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costó nada? Vaya, cómo me gustaría...En ese instante David lo interrumpió y le dijo al menor que sabía que le iba a preguntar… que le gustaría tener un hermano así.El niño le dijo:—NO, me gustaría ser un hermano así.David quedó asombrado y lo invitó a dar una vuelta en el nuevo auto.Después de un corto paseo, el niño preguntó: —Señor, ¿podría pasar frente a mi casa?David sonrió. Creía que el muchacho quería alardear frente a sus amigos. Pero, de nuevo, estaba equivocado. El niño bajó de carro, subió corriendo y regresó con su hermanito que no podía caminar. Lo sentó en el primer escalón y señaló hacia el auto diciendo:—A él ese carro se lo regaló su hermano. Algún día yo te voy a regalar uno igualito para que podamos salir y ver los sitios hermosos de la ciudad.David se conmovió, se bajó del carro y sentó al niño enfermo en el asiento delantero. El otro niño, agradecido, se subió en la silla de atrás y emprendieron un paseo memorable.David comprendió lo que había oído decir de sus maestros y a sus padres: Hay más alegría en dar que en recibir.