PERSEVERANCIA
PERSEVERANCIA
Cuando eran muchachos, Glen y su hermano Floyd tenían en invierno la tarea de encender la mañana el fuego en su escuela rural de Kansas. Una mañana Floyd roció la leña con lo que creyó que era kerosene y encendió un fósforo. Había usado gasolina, y hubo una explosión terrible. En un momento la escuela se halló en llamas. Quedó destruida, y Floyd murió quemado.
Glen escapó, pero sufrió tan graves quemaduras que se pensó que nunca volvería a caminar. Una pierna se le quedó encogida y torcida. Pero Glen era un luchador, no un cobarde, y decidió que no iba a ser inválido para toda la vida. Su familia le dio masajes y ejercicios regulares a la pierna mala, y a los pocos meses pudo caminar con seguridad. Cuando por fin pudo caminar casi normalmente, empezó a tratar de correr.
Todo fu muy dificil, pero él perseveró. Y, un verdadero "créalo o no lo crea", el muchacho que se pensó que no volvería a caminar representó a su estado, Kansas, en las carreras olímpicas de 1932 en Los Ángeles, ¡y ganó tanto la de la media milla como la de la milla! Después de eso Glen Cunningham corrió en muchas carreras, rompió varios records, y se convirtió en uno de los atletas de pista más populares de su tiempo.
Incidentalmente, nunca alardeaba de sus triunfos, ni se excusaba jamás cuando perdía.
Cualquiera que quiera llegar a la meta, la alcanzará si la persigue con la decisión que empleó Glen Cunningham!
Dice la palabra de Dios en el libro de Josué 1:9 “Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas”