PREGUNTA PRIMERO

PREGUNTA PRIMERO

Dos amigas salieron solas, sin sus maridos a disfrutar con un grupo de conocidas.  Ya,  en la reunión, se pasaron de copas y terminaron borrachas.

De regreso por la madrugada, agotadas por los tragos, les dieron ganas de orinar, pero lo único que había cerca era un cementerio. Decidieron agacharse y hacerlo.

La primera, en su afán, olvidó su ropa interior.
La segunda no se percató y una cinta de una corona de flores perteneciente a un último funeral se le adhirió en su falda.

A la mañana siguiente los maridos de éstas dos buenas amigas que se habían embriagado la noche anterior, se encontraron y uno le dijo al otro:
- !Esto ya es el colmo, Jorge!, Ya no aguantó más la situación que vivo con Carmen. Voy a pedirle el divorcio.  Imagínate llegar sin ropa interior a casa a las 4:00 de la mañana.
El otro le contestó:
- Tienes suerte, Luis.  No sé porque te quejas.  Por lo menos la tuya llegó sin su ropa interior. Mi mujer llegó con una tarjeta en su falda que decía: "Nunca te olvidaremos. Con cariño tus compañeros de trabajo".

Moraleja:
"No saques conclusiones sin preguntar, pregunta siempre... ¡PREGUNTA antes!". No hagamos juicios, sin primero saber lo que verdaderamente paso.