17 Jul 2017 08:53 PM

REVESTIDOS DE AMABILIDAD

REVESTIDOS DE AMABILIDAD

 

Betsy ingresó en la sala de emergencias a las 4 de la madrugada, llena de miedo. Su esposo sentía un hormigueo y entumecimiento del lado izquierdo del cuerpo, y cojeaba ligeramente, síntomas de un pequeño derrame cerebral. Mientras que el personal les asignaba una habitación, Betsy trataba de contener el llanto. Se sentía ansiosa y con miedo, pero una enfermera la tranquilizó con amabilidad.

«Mi nombre es Sara», le dijo. «Si necesita algo, solo dígame. . . ¿de acuerdo?». Sara la enfermera se tomó un momento para sonreírle y mirarle a los ojos. De hecho, cada persona que ingresó en el cuarto se presentó y le preguntó a Betsy si estaban bien. Con cada sonrisa, el hospital se volvía menos intimidante y frío. Los miedos en Betsy disminuían a la vez que sentía que Dios la alentaba a través del trato amistoso y tranquilo del personal.

¡Qué gran diferencia podemos hacer siendo amables! Es una poderosa manera de compartir el amor de Dios con los demás. Cuando actuamos amablemente nos parecemos más a Jesús. No sabemos cuándo será que un gesto de estos puede cambiarle el día a un compañero de trabajo, a un niño difícil o al extraño que está detrás de nosotros.

Podemos compartir el amor de Cristo con quienes nos rodean mediante acciones y palabras amables.

Dice la Palabra de Dios en Colosenses 3:12 “Dios los ama y los ha escogido para que pertenezcan a su pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia.

Inspirado en Betsy de Cruz (El Aposento Alto)