31 Mayo 2017 10:13 PM

SIRENAS

SIRENAS

Por  Larry Crockett (Tennessee, EE. UU.)

Tomado del Aposento Alto

De niño, me emocionaba escuchar el sonido de una sirena. Pero cuando empecé a conducir, me molestaba el retraso de unos segundos para dar paso a un vehículo de emergencia. La mayoría de las veces, tan pronto cesaba el sonido, olvidaba por completo el incidente.

Hoy en día, trato de pensar en cómo podría interpretar Jesús el sonido de una sirena. Tal vez alguien está en problemas, o luchando entre la vida y la muerte. Por lo menos, alguien ha pasado un buen susto y enfrenta la costosa reparación de su auto. Casi siempre que escuchamos una sirena, algo malo está sucediendo.

Ahora cuando escucho una sirena, oro por los que pueden estar lesionados. Luego agrego a mi «oración sirena» una petición por todos los involucrados, incluyendo los servicios de emergencia y transeúntes.

Por último, podemos orar por nosotros mismos; en caso de ser testigos de un accidente antes de que los profesionales lleguen, podemos ofrecer asistencia a las víctimas y orar con ellos.

Dice la palabra de Dios en Isaías 41:13 “Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: «No temas yo te ayudaré”.