SOLO CUESTIÓN DE TIEMPO

SOLO CUESTIÓN DE TIEMPO

Por Pablo Finkenbinder

Voy a matar a mi padre —advirtió el joven de 17 años de edad.

Su amigo, también de 17 años, le respondió, riéndose:

—No digas tonterías.

Y compartieron ambos un cigarrillo de marihuana.

—Voy a matar a mi padre —volvió a decirle el joven al mismo amigo diez días después.

Así fue por varias semanas: siempre esa terrible declaración. Hasta que un martes 22 de febrero, Cristóbal Galván cumplió su intención. Mató de varios balazos a su padre Esteban Galván. Acto seguido, se mató él mismo. Fue así como se desarrolló este drama familiar, relatado escuetamente.

El  muchacho, estudiante de bachillerato, alto, rubio, bien parecido, vivía atormentado por problemas de personalidad. Además, era víctima del uso insensato de drogas como la marihuana. Su madre había muerto de pena varios años atrás por el divorcio que había sufrido a manos de su padre, quien era autoritario y exigente.

El testimonio a la policía del amigo de Cristóbal, Jaime Carieri, lo explicaba todo: “Sólo era cuestión de tiempo”

Aquí cabe hacernos la pregunta, franca y directa: ¿Será posible que se esté incubando en nuestro hogar un drama parecido? ¿Se estarán juntando los elementos letales que pueden desencadenar una tragedia? ¿Hay drogas en nuestra casa? ¿Hay licor? ¿Hay armas? ¿Hay irritación? ¿Hay odio? ¿Hay violencia?

Esos elementos, como las hojas secas, se encienden con una sola chispa. La violencia suele estallar súbitamente sin que haya, al parecer, ninguna razón ni motivo. Y casi no hay hogar que esté inmune a ella.

¿Cómo prevenimos una tragedia en nuestro hogar, en nuestra familia, en nuestra vida?

Todo lo que somos y todo lo que hacemos viene de las intenciones, buenas o malas, de nuestro corazón.

Dios en su palabra dice: “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34).

El Dios de amor quiere darnos un nuevo corazón. Él quiere perdonarnos y bendecirnos. Solo debemos tomar la decisión, hoy mismo. Nuestra vida puede cambiar no importa su situación. A cada uno nos hará una nueva persona.

Bendiciones para todos.