18 Nov 2018 08:44 PM

SOLO UN SOPLO

SOLO UN SOPLO

Por: Paul Finkenbinder

Era un acto artístico impresionante. Siempre electrizaba al público porque recordaba la célebre hazaña de Guillermo Tell, el histórico arquero suizo. Lo realizaba Kurt Borer, con su hijo Roger, de ocho años de edad.

En una feria en Suiza, Kurt colocó a su hijo contra el tronco de un árbol. Luego puso la manzana sobre su cabeza y disparó la flecha tal como lo había hecho cientos de veces. Pero un repentino soplo de viento cambió el curso de la flecha, y ésta se clavó en la frente de su hijo.

Solo fue un soplo de viento. Un soplo repentino que fatalmente se levantó justo en el momento en que la flecha iba en vuelo. Y fue suficiente para provocar la tragedia. La policía suiza, que no tomó ninguna medida contra el padre, calificó el suceso «un trágico accidente».

Así suele ocurrir en la vida. Una causa muy pequeña puede provocar grandes efectos, tanto para bien como para mal. Algunos le llaman a esto «destino», y otros «suerte»; algunos lo atribuyen a su horóscopo, y otros aun a la «Divina Providencia».

El ser humano vive en un mundo de fuerzas ciegas, y los sucesos de la vida se entrelazan de tal manera que algo que ocurre en Francia puede repercutir en Colombia. La decisión de un fanático tomada en la soledad de la noche puede provocar una guerra civil, y el curso de una flecha, en un espectáculo, puede ser alterado por un viento imprevisto.

¿Cómo hacer para vivir en calma en un mundo tan incierto y en medio de una humanidad donde tantas fuerzas violentas corren desbocadas?

Dios es el camino a la tranquilidad y la paz.   El salmo 91 nos recuerda:

“El que habita al abrigo de Dios, se cubre bajo la sombra del Todopoderoso.
Sólo él puede librarte de las trampas del cazador  y de las plagas...No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día”

La fe en Cristo suaviza el dolor del infortunio: fe en su persona, fe en sus promesas, fe en el destino que nos ha trazado. Y aunque no siempre comprendamos el porqué de los sucesos, sabemos que Él nunca se equivoca. En Él siempre estaremos seguros.

Bendiciones para todos