18 Oct 2018 09:42 PM

TAZA BOCA ABAJO

TAZA BOCA ABAJO

Cuenta una historia que un sabio tenía siempre una taza de té al lado de su cama.  Por la noche, antes de acostarse, ponía la taza boca abajo y, por la mañana, le daba la vuelta.  Cuando un joven le preguntó perplejo acerca de esa costumbre, el sabio le explicó que cada noche vaciaba simbólicamente la taza de la vida, como signo de aceptación de su propia mortalidad.  El ritual le recordaba que aquel día había hecho cuanto debía y que, por tanto, estaba preparado en el caso de que le sorprendiera la muerte.  Y cada mañana ponía la taza boca arriba para aceptar el obsequio de un nuevo día.

El hombre sabio vivía la vida día a día, reconociendo cada amanecer que constituía un regalo maravilloso, pero también estaba consciente y preparado para abandonar esté mundo al final de cada jornada.”

Pero hay una esperanza:

Jesús, nuestro amoroso maestro nos recuerda en su palabra:

“No se inquieten. Crean en Dios, mi padre y crean también en mí.   En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes.   Yo voy a prepararles un lugar.  Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo a fin de que donde yo esté, estén también ustedes” (San Juan 14:1 al 3)