TRAS SU COLA

TRAS SU COLA

Dice un cuento hindú que cierto día un cachorro empezó a perseguir su cola afanosamente pero no la pudo agarrar con su hocico.

Un perro viejo que lo observaba se le acercó y le preguntó: ¡Oye, qué haces?

El cachorro le contestó: Me dicen que la felicidad está en mi cola y por eso no descansaré hasta alcanzarla.

El veterano can le respondió: A mí también me dijeron lo mismo y por mucho tiempo traté de alcanzarla, pero me di cuenta que entre más la anhelaba más se alejaba de mí y comprendí que al dedicarme a mis cosas diarias con amor y tranquilidad, ella me seguía a todas partes.

Algo parecido nos pasa a los seres humanos. Muchas personas se afanan por alcanzar la felicidad pero extrañamente ésta más se aleja. Sin embargo cuando nos dedicamos a nuestras obligaciones diarias con pasión y alegría sin prestarle mucha atención, nos sigue a todas partes.

Busquemos de corazón a Dios y Él nos mostrará el camino a la felicidad de una manera sencilla y sin tantos afanes.

El Salmo 34:10 nos recuerda que “Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre, pero a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien”.